Los 3 medios de transporte menos contaminantes de nuestro tiempo

El pasado jueves 5 de marzo se celebró el Día Mundial de la Eficiencia Energética, un tema que cada vez tiene más relevancia en nuestra sociedad. Desde hace unos años, el debate sobre el control de las emisiones tóxicas y la gestión de la contaminación medioambiental abre la portada de muchos medios de comunicación cada día. Las repercusiones que este tema tiene en nuestro entorno inmediato generan cada vez más implicaciones sociales, políticas y económicas. Uno de los principales afectados es el sector del transporte, por su cantidad de emisiones de CO₂. Hoy te presentamos 3 de los vehículos menos contaminantes que encontramos en la actualidad.

La bicicleta, el vehículo más ecofriendly

La bicicleta es el medio de transporte popular que más contribuye al cuidado del medio ambiente. Su uso frecuente ayuda a controlar la calidad del aire, ya que no libera dióxido de carbono en la atmósfera durante sus desplazamientos. Las grandes ciudades de todo el mundo ya han apostado por este método para crear una política más sostenible y que ayude a una ordenación urbana que sea más sostenible. Por ello, se empiezan a extender las empresas que utilizan un sistema de bicicletas compartidas y/o de alquiler.

El tren y los transportes de raíles

El tren, y en general, los vehículos que circulan sobre raíles (como el metro o el tranvía) representan el transporte masivo con menos emisiones sobre el medio ambiente. Concretamente, el tren puede llegar a desplazar a más de 150 personas con una emisión de 14g de CO₂/persona. Una alternativa más sostenible que puede contribuir a reducir la huella de carbono.

El barco, una alternativa más sostenible

Según el Departamento de Estrategia Comercial, Energética e Industrial (BEIS), un navío comercial emite aproximadamente 18 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido. Una opción mucho más ecológica que otros transportes, como el coche o el avión (según emisiones y capacidad de ocupación). Se trata de un transporte cada vez más popular y que ha creado un movimiento denominado “Flygskam”. Su significado es “vergüenza de volar”, y proviene del sueco. Un término que empieza a utilizarse por la emergencia de una consciencia social ecológicamente responsable. Personalidades como Greta Thunberg ya lo usan para promover el uso de vehículos más sostenibles.

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